¡No más celulitis!

La celulitis es la acumulación de tejido adiposo en ciertas áreas del cuerpo que forma bulbos de grasa. Si la piel no se ve afectada por la celulitis, es porque las fibras de colágeno y elastina forman una barrera que mantiene el tejido adiposo en su lugar. Sin embargo, cuando ocurre un problema en uno de los sistemas de drenaje vascular (circulatorio), metabólico y/o linfático, se cambia la eliminación de residuos (líquidos y toxinas), lo que conduce a una acumulación de líquidos, lo que a su vez crea inflamación. Esta cadena conduce a los bulbos de grasa, agua y toxinas, que forman la temida y común celulitis.

Esta afección, que afecta a entre el 85% y el 98% de las mujeres, también se conoce como lipodistrofia ginecoidea, síndrome de piel naranja y piel del colchón. No es realmente una enfermedad, sino una condición que resulta del género, la predisposición genética, la situación hormonal, los problemas vasculares, linfáticos o metabólicos, así como de la hidratación, la nutrición y el ejercicio. No existe una cura definitiva para la celulitis. Sin embargo, se puede hacer mucho para evitar que ocurra y pasar a etapas más serias o irreversibles. Por esta razón, es muy útil saber qué tipo de celulitis se tiene y cuántos años tienes en promedio para desarrollar una estrategia de combate más eficiente contra el enemigo principal.

Entre la adolescencia y los 20’s

La llamada "celulitis dura" o grasa, generalmente ocurre durante estos años. En esta etapa, la piel es compacta, dura y difícil de pellizcar. Puede ser apenas visible a simple vista, pero cuando se aprieta la piel se pueden ver los famosos "hoyuelos" que advierten que el proceso ha comenzado. A menudo se encuentra en el exterior de los muslos y en el interior de las rodillas y los tratamientos tienen mucho que ver con la prevención:

-Proteger las piernas del sol ya que los rayos ultravioletas quiebran el colágeno, la proteína que hace que la piel esté firme.
-Evitar la ropa muy ajustada que impida la libre circulación de las piernas.
-Aplicar cremas con cafeína, té verde, centella asiática o algas, dos veces al día y con constancia pude ser de gran ayuda.

-Realizar ejercicios dos o tres días a la semana, prefiriendo los deportes aeróbicos como correr, nadar, montar en bicicleta, ‘step’ o ‘spinning’ que activan la circulación, reactivan el metabolismo de las grasas.
-Reducir el consumo de los azúcares, la sal, el tabaco, el café, las bebidas gaseosas y el alcohol, que ralentizan la circulación y retienen líquidos y toxinas.
-Los tratamientos de aparatología como los ultrasonidos, la cavitación, la radiofrecuencia, la vacumterapia o la endermología ayudan a eliminar líquidos y a disolver la grasa. 

Entre los 20’s y los 30’s

La celulitis por edema suele ser la más rara y la más difícil de eliminar. Esto se debe a un problema con mala circulación, que se ve exacerbada por una retención significativa de líquidos. Ocurre principalmente en las piernas, que pierden su forma para volverse más rectas. La textura de la piel se siente pastosa e incluso dolorosa, tanto cuando se toca como cuando se sienta. Los tratamientos deben apuntar a mejorar la circulación sanguínea:

-Realizar duchas alternas de agua fría y caliente en las zonas afectadas.
-Evitar todo aquello que produzca retención de líquidos como comidas preparadas, ricas en sal, bebidas con gas.

-Realizar ejercicio suave que no implique impacto, como hacer bicicleta, andar, baile, pilates.
-Usar medias de compresión.
-Los masajes de drenaje linfático, presoterapia y mesoterapia pueden ser útiles para combatir este tipo de celulitis.

-Tomar mucha agua.
-Tomar infusiones o complementos de productos que drenen como la cola de caballo, té verde, ginseng, el ruscus o el castaño de Indias.

Entre los 30’s y los 40’s

Las mujeres de mediana edad generalmente experimentan celulitis suave que se mueve al caminar o cambiar de posición y aumenta con la edad o el aumento de peso. La piel tiene una apariencia ondulada y aparece principalmente en la parte delantera de los muslos, el abdomen y las nalgas y a menudo se acompaña de venas varicosas o arañas vasculares. La falta de tono muscular lo empeora. Los tratamientos tienen como objetivo mejorar la circulación sanguínea y tensar la piel:

-Hacer ejercicios de resistencia para ganar tono muscular.
-Aplicar cremas reafirmantes mediante masajes para mejorar la circulación.
-Los tratamientos de electroestimulación que drenan y reafirman, son muy efectivos, así como los de radiofrecuencia.

-Perder peso lentamente.
-No descuidar la ingesta de proteínas de alta calidad.

Más de 40

En esta etapa de la vida puede aparecer la celulitis fibrosa. Rebelde, dura, duele al sentarse o al rozar con algo porque los nódulos de grasa están muy inflamados; incluso en ocasiones hasta pueden aparecer hematomas al tacto. Además, es fácilmente perceptible pues la piel está llena de relieves. Va acompañada de una pésima circulación y, en ocasiones, de várices. Por desgracia es inmune a dietas, ejercicio y cuidados especiales, aunque todos ellos son imprescindibles para que el problema no empeore. En esta etapa se necesita un tratamiento de choque:

Seguir una dieta que permita limpiar el organismo de toxinas, mejorar la circulación, drenar el excedente de líquidos, ganar en firmeza y hacer perder peso.

-Exfoliar con cepillos.
-Realizar masajes con retinol y péptidos.
-Los tratamientos como la liposucción convencional o ultrasónica o los láseres de alta potencia que combaten la flacidez y la celulitis hasta en las zonas más conflictivas, pueden ser considerados en esta etapa.