Comerse las uñas

Onicofagia significa textualmente "comer uñas" y es el nombre que se le da a la incapacidad que tienen algunas personas para dejar de comerse las uñas.
Causas o motivos de la Onicofagia
La mayoría de las personas que no pueden dejar de comerse las uñas experimentan un cambio en el sistema nervioso o un desequilibrio emocional, que puede variar desde casos leves y específicos hasta casos crónicos y patológicos. Para muchas personas, comer las uñas es una válvula de escape para su nerviosismo (miedo, estrés, impaciencia, miedo, etc). De hecho, muchas personas resuelven esta situación "nerviosa" de manera similar (fumar, comer más o beber más, dulces, beber alcohol, etc). En el fondo, se trata de poner algo en la boca.

Problemas que causa el no poder dejar de comerse las uñas

De salud: el primer problema es del tipo "mecánico", es decir, solo afectará a las uñas correctamente, ya que hay personas que, en su lucha por cortarlas o comerlas, hacen que la uña se hunda aún más. Esto puede conducir a una piel más dura y áspera que puede terminar con la inflamación crónica de los dedos. Las uñas (o lo que queda de ellas) pueden caerse, deformarse o llenarse de hongos.

Emocionales: si, como se dijo anteriormente, comerse las uñas puede indicar preocupación, nerviosismo o un problema emocional, si la persona sabe que no puede evitar comerse las uñas, se sentirá peor. Disminuye su autoestima porque sabe que no puede controlar esta necesidad, y cada vez que lo ve, es consciente de su falta de control sobre sí mismo. Esto retroalimenta el miedo con el que es aún más difícil para la persona dejar de comerse las uñas.

Laborales y de relación: los casos más graves (cuando apenas queda uña) son obvios y las personas pueden incluso tener problemas para encontrar trabajo debido a la apariencia de sus manos, misma que también les causa problemas para encontrar pareja.

¿Son recomendables los productos que se aplican sobre las uñas?
Los productos que se aplican a las uñas para dejar de comerlos suelen ser amargos y a veces funcionan en algunos pacientes durante los primeros días. La persona con frecuencia roe el barniz con los dientes, luego lo escupe o se lo traga y finalmente se come las uñas volviéndo al mismo hábito. Está claro que si no se resuelve la causa o la razón por la cual una persona se come las uñas, será muy difícil dejar de hacerlo. En conclusión, no es una mala alternativa, pero por lo general, no es la cura definitiva.